El sol se eleva
como un volantín
aferrado a una mano infinita.
¿Quién imagina
su vuelo de fuga?
El río de la tarde deambula como un ciego
y su camino es un paso en
falso,
un desborde parecido a un
corazón.
La noche llegará:
de pronto, lo real
tendrá otro sentido,
un significado
también
una incertidumbre.